sábado, 19 de julio de 2008

Limando Asperezas



Arrastrando ambos fantasmas

sencillas palabras guardamos

y luego, sin pretender torturarnos

escapar los dejamos.


Alimentando el alma

con aquello que te quema

no evitas así la pena,

la revuelves y engrandeces

a través de tú interior.


Rojas se muestran las hojas

que sufren sin ver el sol,

rojos son los pétalos de una pequeña flor;

roja también es mi sangre

que vaga por entre mis venas

sufre si no le muestras

un poco de tú calor.


En tus manos tienes

el poder evitar

las mismas situaciones

que antes viste pasar.

Nadie dijo que el camino

fuera llano,

sin piedras se nos mostró,

y al descalzarte compruebas

que las marcas del zapato

difícil son de borrar.

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