miércoles, 5 de diciembre de 2007


EN UN GRAN BARCO


La mano soltó la cortina, cerrando así la visión de su última despedida. Ya no le volvería a ver. No cómo lo habían hecho hasta ese momento. El viaje era inmediato y aunque hablaron del regreso, en su interior no le esperaría. Su corazón tomó la decisión según salio por la puerta.

Las paredes se tornaron de una oscuridad ante sus ojos, todo giro de repente y su último recuerdo de ese momento fue el sentirse cayendo al suelo. Al despertar, sus ojos se quedaron al principio fijos en la lámpara del techo. En su mente aún guardaba un recuerdo del que tendría que saber hacer desaparecer. El ruido de la puerta al cerrarse tras de él no la dolería, no podía permitírselo.

Se levanto del suelo colocándose el vestido y arreglándose el pelo, se dispuso a salir de la habitación. Bajo por las escaleras. Escalón tras escalón, se enfrentaría con su nuevo destino. Cruel para ella.

Al llegar al salón la esperaban los invitados para celebrar su pedida de mano. Todos menos ella mostraban en su rostro una alegre sonrisa. Su padre, el principal causante de tal desastre, tomo su mano para colocarla junto a la de su prometido. En ese momento no pudo ocultar las lágrimas de sus ojos, que fueron tomadas por las demás personas cómo anuncio de su alegría. En lo más profundo de su pecho, justo en el centro de su corazón se instalo una punzada y se la iría haciendo cada vez más dolorosa con el paso del tiempo.

Los años fueron transcurriendo, y ella siempre manteniendo su dolor oculto a los demás para no preocuparlos. Siempre intentando hacer felices a los que tenía a su alrededor, ya que no podía hacer lo mismo por su propia felicidad.


En un nublado día de otoño, salió a pasear con su caballo por las anchas llanuras cubiertas de hojas caídas. Al llegar a la colina, desmonto para sentarse tranquilamente a contemplar la puesta de sol bajo un árbol. Esos momentos de tranquilidad era lo más placentero para ella. Estando ensimismada mirando ocultarse el sol lentamente, con un espectáculo de colores ante sus ojos no escucho llegar otro caballo por detrás. El jinete desmonto despacio y camino hasta donde ella se encontraba sentada. Sin quitarse el guante de montar de la mano la colocó justo en el hombro derecho de ella. El susto provocó que se levantara con brusquedad y se pusiera en guardia contra lo que la había tocado por detrás. Al mirarlo de frente, se quedo sin poder moverse. No podía ser verdad. ¿Estaría soñando? ¿Podría tratarse de una alucinación o realmente aquella persona era él?

Se quedaron los dos contemplándose sin hablar mientras sus ojos se miraban fijamente. No saben durante cuanto tiempo permanecieron contemplándose el uno al otro, mientras la luna brillaba con toda su intensidad.

Al darse cuenta de lo tarde que era, ella se sintió muy angustiada queriendo marcharse lo antes posible. Mientras sostenía su mano en la de él, la dijo que la acompañaría hasta su casa. Por el camino hablaron cada uno de los hechos vividos y fueron sintiéndose cada vez mejor estando juntos.

Así fueron viéndose con asiduidad en el mismo sitio. La atracción que habían sentido ambos en el pasado se les instalo de nuevo en sus corazones. Una de las tardes mientras los rosas y amarillos del cielo parecían como pinceladas de un óleo, decidirían marcharse juntos. Lo harían en un barco. Un gran barco. Irían a un nuevo mundo.

En unos días con el equipaje preparado, le espero en el mismo árbol. Al llegar él, monto en su caballo y se dirigieron hasta el puerto de donde zarparía el barco. El lugar era pequeño para la cantidad de gente que allí se encontraba. Parecía que toda la ciudad se hubiera dado cita en el mismo sitio. De todas formas, ya nadie les podría volver a separar. Embarcarían y viajarían juntos muy lejos…

Bien y mal

La señora tenía entre sus manos muchos secretos, algunos de los cuales eran muy beneficiosos para ella misma. Trabajaba cuidando a Leonor (una señora mayor) como interna. Para ella el trabajo era un beneficio en si, ya que su anterior situación había sido muy mala. Se ha propuesto vivir una vida mejor y no la importa para conseguirlo el sacrificar a los demás para ello.

Su trabajo es complicado, sobre todo por que el cuidado de las personas mayores así lo es. Conoce bien las dificultades que pueden padecer las personas mayores y esto son cartas que baraja muy bien. La costó mucho salir de su país e ir a vivir a otro que la vendieron como el gran país de los sueños, del que después descubrió que no era así. La vida resulta dura también aquí, aunque sería más llevadera si su hija también viniera a vivir con ella. Que bien se sentiría si consiguiera que dejara al cerdo con el que compartía su vida. El padre de su nieto. Hombre al que odió desde el principio, mucho antes de que dejara embarazada a su hija.

Los días van pasando, y se la hace cada vez más difícil aparentar cariño hacia aquello que no se quiere. No puede dejarse caer hasta conseguir su sueño. Quiere tener a su hija con su nieto junto a ella y si la consiguiera unir con un hombre al que pueda manipular, haría realidad el sueño. En este país la gente no mira tanto por el dinero, todo lo sacrifican por no sentirse solos (lo que hace tener dinero, pensó). Llegan buscando mujeres a mí país por ser más jóvenes y tantas son las ganas que tienen de salir de su situación precaria que se dan por muy poco (necios son si piensan eso).


La situación poco a poco se la iba escapando de las manos. Leonor, de la que tantas veces se quejaba necesitaba de cuidados más específicos. Su familia planeaba buscarla un lugar mejor que su domicilio para su salud. Al infórmala de ello, rápidamente tenia que modificar lo que pasaba. No podía consentir quedarse sin ese trabajo, sin ese piso, sin esos sueños…ella que solicitaba ayuda para realizar su trabajo aludiendo que era mucho para una persona sola, tenia que darle un giro a esa situación. La sola idea de perder aquello la hacia estremecer.

De la noche a la mañana, la salud de Leonor fue mejorando paulatinamente. Nadie comprendía una mejora tan repentina. Todos los que la querían y respetaban se alegraron por ella, sin saber todo lo que aquello estaba representando.

El primero en indagar fue su médico. La extraña mejoría en la salud de su paciente le llevo a revisar su medicación. La realizo analíticas tanto de sangre como orina, al igual que otras pruebas. Los resultados le llegaron con carácter urgente. Sus ojos se agrandaron al comprobar que muy poco le hubiese faltado a Leonor para no haber podido remontar su estado de salud. Aquellos resultados eran muy claros, se la había estado suministrando un compuesto químico. Fuese quien fuese el que lo hiciera, llevaba tiempo haciéndolo.

Una llamada a las autoridades fue lo primero que se le ocurrió al médico. Conociendo a los familiares de Leonor, ninguno de ellos seria capaz de tal cosa. Decidió enviar una muestra desde el laboratorio de análisis clínicos a otro de investigación científica donde trabajaba un amigo suyo de la facultad.
El teléfono sonó al día siguiente. Aquel compuesto químico no era conocido. Tan solo se fabricaba por encargo desde fuera. Una mezcla extraña que se utilizo en el pasado. Lo hablaremos todo mientras tomamos un café.

En la cafetería después de saludarse y hablar un poco de cosas pasadas sacaron el tema del compuesto. Las cosas que le comentaba sonaban a película de ficción. Parecen cosas sacadas de un telefilme.
-Tienes que salir más, ser médico no es sinónimo de ostracismo.
-Yo creo que eres tú el que no tienes que creer en tantas historias que te cuentan.
-Mira, ahora que vamos de camino a mi casa te voy a pasar una película antigua que habla muy bien de todo eso. Se titula La Serpiente y El Arco iris. En serio, es buena película. Aunque no tenga mucho que ver con nuestra cultura, existen muchas cosas que escapan a las explicaciones lógicas.
-siempre has sido un tío raro en la facultad jajajaj
-Bueno, raro pero simpático.
Continuaron hablando hasta llegar al domicilio del amigo. Allí se despidieron los dos. Dando vueltas a todo lo que le había contado hasta que llego a su casa, se puso cómodo y desde el sofá observo la película. Que extraño titulo para todo lo que se representaba en ese film. ¿Realmente se podría hacer esas cosas?

Lunes por la mañana. Aviso en el centro de salud. Mensaje grabado en el teléfono de uno de los familiares de Leonor.
-Por favor, cuando escuchen este mensaje pónganse en contacto con nosotros. Es urgente.
Al bajar a la consulta y hablar con el médico los dos decidieron poner la información en manos de la justicia. Fueron al domicilio, y al analizar varios alimentos encontraron en muchos de ellos mezclado aquel compuesto.

La orden de busca y captura contra esa señora aun se encuentra sin resolver. Leonor se encuentra felizmente en casa de otro de sus familiares. El piso se vendió.