Durante la dinastía tang, se distinguieron por seguir sus caminos de piedad y virtud alcanzando la vida eterna o inmortalidad. Eran ocho personas muy distintas, ya que nada tenían en común. Al alcanzar dicha inmortalidad se juntaron para vivir con los dioses en las altas montañas de Kun Lun. Es allí donde crece un melocotonero mágico y es su fruto el que da la inmortalidad. Cada milenio se les invita a comer junto con los dioses los melocotones.
La leyenda se ha ido conociendo así por muchas generaciones, hasta que alguien consiguió llegar hasta lo alto de la montaña y cortar dicho árbol. Al ser un árbol mágico, sus raíces han quedado ancladas a la tierra esperando volver a unirse. El árbol al ser cortado, se transforma en una pequeña miniatura, cosa que facilita al ladrón su transporte y ocultación. Lo que no se conoce de la leyenda, es el periodo de vida del árbol en cuestión, una vez que ha sido cortado. Va llorando savia lentamente hasta que una vez que la ha perdido toda, quedará convertido en piedra de jade.
Como descendiente directa de un componente de dicho grupo, yo Kuan yin, he sido encargada de ir en busca del árbol y volver a traerlo hasta su lugar. Se me han dado objetos y otorgado poderes para el desempeño de dicha misión.
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