El regreso al cuerpo
siempre resulta cansado. Los primeros segundos te sientes cómo si no
se ha descansado tres días seguidos. Al llegar, mi cuerpo se
encontraba en la misma posición. El lugar estaba tranquilo y
solitario, así fue más fácil incorporarme.
“ Noctus Corpus” Ese
nombre resuena tras el viaje. Cuando me encontraba cerca del corazón
había interferencias, otras voces o ecos, bien podían ser del
pasado o de éste tiempo presente.
El propio corazón cuando
estaba iluminado, vi en el la imagen de dos mujeres acompañándome.
Dos extrañas figuras de las que no se me había hablado en la
misión. Me pareció reconocerlas en los recuerdos de aquellos
pasillos de hospital. En la imagen del corazón me mostró sus
rostros, ahora reconocer a esas dos mujeres era fácil.
Ahora surgen las
preguntas. ¿ Por qué razón aparecen junto a mí? ¿ Es
imprescindible que estemos las tres juntas en ese momento? De ser
así, ¿ Por qué no se me dijo al inicio de la misión? Todas las
preguntas que se van formando y sobre todo, lo importante era el
papel de cada una.
Bueno, seguro que el
nombre que me resuena es de una de ellas. Quizás tenga que decirla
algo y por eso su nombre se me ha mostrado.
El corazón nos muestra a
las tres, es importante por alguna razón que allí nos reunamos.